miércoles, 27 de abril de 2011

Luna menguante de primavera


Desde el balcón se oye el rugido del mar,
un coche que se marcha,
una pareja en plena discusión matrimonial,
una conversación entre borrachos.

Viene con el poniente música del sur,
acordes distorsionados de una charanga
apuro un cigarro, último trago de vermut,
silvas una canción del Último por la espalda.

Acaba el día, uno más, sentado en la silla,
en la terraza, donde riegas las macetas,
cae de la ropa tendida algo de calderilla,
se escuchan pasos desde la azotea.

Última llamada al móvil, te dejo en espera,
mientras saboreo el instante mismo en que
tu nombre en la pantalla parpadea,
cierro esta noche de luna menguante
de primavera.


martes, 19 de abril de 2011

Si puediera contigo...


Después de tanto recorrido,
caminando de la mano del destino,
construyendo sueños que no digo,
imaginándome agarrado de tu ombligo,
asaltado por la inspiración.
Dos almas, coincidiendo una vez en el camino,
que navegan por el mismo río,
en el que hay una pronta bifurcación.
Una experiencia, una extraña vivencia,
que trasciende como nunca,
hasta los confines del corazón.
Almas en pie de guerra,
que sin querer han encontrado la manera,
de entender lo que es pasión.
De poder escribir sonetos,
que no pueden evitar estar repletos
de confidencias entre renglón.
Transcurriendo los días comienzan los sentimientos,
 “¿cómo hemos llegado a esto?”,
se preguntan cada uno desde su respectiva habitación.
El tiempo, se convierte en enemigo,
“¿no te quedas conmigo?”,
no les sacia en su pasión 
“Unas horas, tan solo puedo darte eso”,
y yéndose se quedo preso,
de su mundo y su reloj…
Maldito tiempo,
quiero aferrarme a un beso, efímero ¡no!,
Eterno… imposible, no queda tiempo.
Otra noche más, cavilando en la ventana, 
“¿por qué pienso tanto en ella?”, dice mirando una estrella
y siguiendo su obsesión.
En otro de sus encuentros,
el móvil les vuelve conscientes,
¡ya ha sido suficiente! -“cállate por favor…”

Sólo necesito horas,
 y dejar que pasen auroras, “
¡detén el tiempo un instante!”
-“si pudiese corazón…”

Cristina Ladera 


La misma vuelta


Asomado, medio cuerpo fuera,
veo desde la azotea
la vega, el Barbate, el Celemin,
la sierra.

Subo a la calle, bajo la escalera,
Revueltas, Fuentes, San Juan,
en café Tato un buen cortado frente
Alameda.

Vuelvo a casa por Independencia,
cruzo Cervantes hasta Polavieja,
bajo a La Calcetilla, sombra da la
Palmera.

Como tantas tardes de primavera
he vuelto a dar la misma vuelta,
y aunque para ti no, para mi se tiene
poética.


viernes, 15 de abril de 2011

Si tuvieran...


Si tuvieran corazón los corazones para saber…

Cuántos latidos caben un suspiro,
cuántas lunas divisé en tus pupilas,
cuántas ojeras crepusculares de domingo,
cuántas llaves abrieron tu casa y la mía.

Cuántos besos perdidos en mis labios
cuántos pulsos ganados por la envidia,
cuántas primaveras marchitas en el armario
cuántos calvarios por este amor que no se arrodilla.


Si tuvieran razón las razones para comprender…

Cuántas mañanas a solas con mi almohada,
cuántas miradas que reflejan lo que esconden,
cuántos temores durmieron entre las sábanas,
cuántas despedidas vividas en las estaciones.

Cuántos años del brazo de la melancolía,
cuántos orgasmos malgasté con mis manos,
cuántas naves: Niña, Pinta y Santa María,
cuántas guerras civiles en tu cuerpo batallaron.

Si tuvieran alma los almanaques para medir…

Cuántas Yugoslavias ajadas en el mundo,
cuántos acordes que clamaban tu nombre,
cuántas respuestas con un “no rotundo,
cuántas mentiras vestidas de reproches.

Cuántos trashumantes perdidos en tu falda,
cuántos mañanas menguantes de luna,
cuántas cicatrices maquillas en tu cara,
cuánta tinta malgastada por esta pluma.


Antonio Carbellido

jueves, 14 de abril de 2011

Días extraños





Esta falta de tacto, este impacto
este desvarío angustioso e inexacto.
Este ajetreo, esta vacía multitud
esta fata de contacto, esta quietud.

Este fin intacto, esta ruptura de pacto,
este parto del extracto del banco.
Estos mareos, esta pobre inquietud,
esta vejez preñada de juventud.

Este acto con final de infarto y exacto,
esta maleta que pisa suelo putrefacto.
Esta  mirada atea que peca de beatitud,
esta ineptitud, estas ganas de bajar al sur.


jueves, 7 de abril de 2011

Cosechaba...


Cosechaba fracasos cada mediodía,
ayunaba de besos verdaderos,
mientras nos delataban por herejía
como se delata a dos forasteros.

Presígnate cuando, a los pies, te arrojes
de un jacobino revolucionario;
con un ayer robado por relojes
y una amante esperando en el armario.

Preñando mis botellas con mensajes
me adivinaron los siete mares,
a orillas de la cama en la que te amé.

Te ven marchita, sufriendo abordajes
desde que dejé mis huellas dactilares
impresas a fuego en su punto G.

Antonio Carbellido

martes, 5 de abril de 2011

Antes


Antes de sacudirme el polvo,
de apagar la hoguera con saliva,
de beberme tu vida a sorbos
y encallar junto a tu puerto mis pupilas,

decidí prender papeles entintados
de vagas letras  oxidadas
estancadas en el cajón de la mesilla.

Antes de llenarte el alma con humo negro
de merodearte desde el pubis a las axilas,
de regalarte un orgasmo eterno
y de darte un adiós sin despendidas

patenté aquella noche de primavera
y baile con las estrellas junto a la orilla
por ser don nadie antes que cualquiera.

lunes, 4 de abril de 2011

Después


Después de mendigar un beso,
de enjuagarme la boca con ginebra
y acabar con el paquete de cigarrillos,

he construido una isla desierta,
he pintado un desnudo tuyo,
he escrito una canción de orgullo
y he jugado a vencer esta guerra.
 
Después de tirar piedras contra mi tejado,
de quitarme con lágrimas el sudor
y vomitar en el baño toda mi suerte,

he decidido quedarme en la ciudad,
he vestido tu cuadro con prendas caras,
he acabado con  mi canto a la vanidad
y he firmado la paz antes de librar otra batalla.