miércoles, 23 de enero de 2013

Derrotas



Porque quisiera seguir escribiendo
aunque no escriba para vivir,
hilvanar con canas los remiendos
que embalsaman heridas faquir.

Porque quisiera vivir cosiendo,
te he traído de cuero retales
para remendarte los recuerdos,
de noches pasadas en oscuros hostales

Porque te quiero navegando a la deriva
y rociar con pólvora tus carnavales,
regando con lágrimas los disfraces
como los gatos lamen tus heridas.

Brindo, amigo mío, por las derrotas
que amortizan victorias futuras,
porque el germen de las dictaduras
son las viejas democracias rotas.

Pinto con sangre las paredes
que encierran la libertad del corazón,
a pesar de que mi basta razón
este siempre a vuestras mercedes.

Antonio Carbellido y Ángel Bancalero.

Deshielo



Una canción desacordada,
una melodía interminable,
un corazón en llamas
una armonía insaciable.

El sudor de dos cuerpos inundados,
el humo de los cigarros a medio apagar,
el amor sin control atrincherado,
el sexo sin amor a medio despertar.

Una estación sin tren,
un gin tonic a medias,
una partida de ajedrez
unas sábanas ebrias.

El olor a café del desayuno,
la pasión transformada en vapor,
la sombra en la pared de tu desnudo,
el escondite de mi ropa interior.

Unas pupilas encendidas,
unos papeles tintados por el suelo,
los últimos besos a escondidas,
la primera noche de deshielo.