viernes, 10 de junio de 2011

Ahora


Ahora que  el levante no sacude las persianas,
que tus ronquidos no me desvelan,
que las noches pasan sin oír cómo despiertas,
que la cama de al lado no tiene mis sábanas
que no comemos en la misma mesa.

Estarás esperando la cena, escuchando flamenco
abriendo la nevera, aprendiendo nuevos versos,
sacudiendo el polvo a las herramientas,
recogiendo el huerto, regando las macetas
entonando un tango, yendo al chorro grande
a llenar de agua las botellas.

Ahora que tus cuentos de cama no me duermen
que ya no me hablas de la siega,
que no me preguntas por la escuela,
que las mañanas no atardecen
yendo de camino a casa de abuela.

Estarás en una tertulia de sobremesa
sentado en el sofá viendo la telenovela,
calentando la cafetera, silbando por la escalera,
esperando que el trabajo llame a la puerta,
deseando que llegue el amanecer
en el que puedas verme dormido desde la azotea.


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