Cosechaba fracasos cada mediodía,
ayunaba de besos verdaderos,
mientras nos delataban por herejía
como se delata a dos forasteros.
ayunaba de besos verdaderos,
mientras nos delataban por herejía
como se delata a dos forasteros.
Presígnate cuando, a los pies, te
arrojes
de un jacobino revolucionario;
con un ayer robado por relojes
y una amante esperando en el armario.
de un jacobino revolucionario;
con un ayer robado por relojes
y una amante esperando en el armario.
Preñando mis botellas con mensajes
me adivinaron los siete mares,
a orillas de la cama en la que te amé.
me adivinaron los siete mares,
a orillas de la cama en la que te amé.
Te ven marchita, sufriendo abordajes
desde que dejé mis huellas dactilares
impresas a fuego en su punto G.
desde que dejé mis huellas dactilares
impresas a fuego en su punto G.
Antonio Carbellido
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