La primera de las noches, penúltima
de las madrugadas de nuestro olvido,
guarda en la memoria nuestra última
lluvia, en
pupilas de amor
llovido.
Hay un balcón con vistas al universo,
una nube de humo, sudor y tabaco
un noctámbulo imaginando versos,
unos besos que ya guardo en mi saco.
Hay un deseo nítido de aventura,
dos horizontes libres
de ataduras
tres millones de versos del tintero.
Hay un camino trazado muy recto
un arquitecto de versos, proyectos
que empiezan con el
primer te quiero.
Estas palabras enamoran!! Cada día me sorprendes más, artista!!
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