Una canción desacordada,
una melodía
interminable,
un corazón
en llamas
una armonía
insaciable.
El sudor de
dos cuerpos inundados,
el humo de
los cigarros a medio apagar,
el amor sin
control atrincherado,
el sexo sin
amor a medio despertar.
Una
estación sin tren,
un gin
tonic a medias,
una partida
de ajedrez
unas
sábanas ebrias.
El olor a
café del desayuno,
la pasión
transformada en vapor,
la sombra
en la pared de tu desnudo,
el
escondite de mi ropa interior.
Unas
pupilas encendidas,
unos
papeles tintados por el suelo,
los últimos
besos a escondidas,
la primera
noche de deshielo.
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