Durante la pandemia...
He conservado la espera hacia la nada,
la incertidumbre hacía el vacío ,
la salud en dirección contraria
hacia el abismo del desvarío.
Hubo hasta quien se acordó de mí y lo entiendo,
de los peores momentos nacen los mejores recuerdos…
Tuve un amor confinado a baja temperatura,
lo perdí y naufragó en el retrete de las dudas,
recordé otros y los videollamé, tenía la piel a flor de
memoria.
Participé ausentándome en un club de cine virtual, demasiado
tráiler
para tan poca vereda,
me grabé incluso para un festival de carnaval,
sin máscara ni cartón, sin afinar y en un vendaval de corazón.
Me salté el confinamiento a la torera, la tauromaquia no
entiende de normas
y fronteras,
fuí el master chef amateur del barrio, el policía de balcón
del extrarradio,
el runner de salón bajando a por tabaco, el groupy de la
Pepa del vecindario.
Trabajé sin descanso y descansé en tu fiesta, soy un
cumpleañero temerario,
tan pureta, tan adolescente, tan treintagenario.
Tomé el primer avión disponible, aterricé con retraso en la conciencia,
del ir sin despedirme, del volver sin escalas y sin solvencia.
Me compré una serie por internet, un juego de mascarillas,
una suscripción a los besos que te robé
y un paraguas para frenar la lluvia de tus mejillas.
To be continued.