Mis manos
abrazan una farola rota,
mi gin
tonic reposa junto a la acera,
el olor a
lucky strike ya esta en tu ropa,
el periódico
ha abandonado las pateras,
consumo el
cigarrillo y apuro la copa,
tus pupilas
se aproximan a mis quimeras.
He venido a
escribirte un soneto,
a
despedirme de tu litera
a dibujarte
hasta el esqueleto,
a robar el
tiempo mientras esperas,
a terminar
de enjuagar este boceto
en el
penúltimo escalón de tu escalera.